jueves, 23 de abril de 2009

TIRANÍA DE LA MAYORÍA, PROBLEMA DE LA DEMOCRACIA


"NO EXISTE UNA VERDADERA DEMOCRACIA"
(Rousseau)

Como dijo Rousseau: "El fin que debe perseguir todo sistema de legislación es la libertad y la igualdad". Así es, los dos principios rectores son éstos, el primero porque toda autoridad encuentra su fundamento en la voluntad de aquellos a los que obliga; e igualdad porque tiende a una organización que asegure a todos los ciudadanos una participación igual en los asuntos públicos.
Cuando hablamos de democracia, la idea de igualdad se forma en nuestra mente, no así la de libertad. Según Tocqueville: "En estos pueblos, la igualdad ha precedido a la libertad". Tenemos libertad para dar nuestra opinión pero no para ejercerla si la mayoría no está de acuerdo. No existe libertad con condiciones, precisamente dicho vocablo significa ausencia de condiciones; así, no existe tal palabra en el sistema democrático.
Rousseau se planteó unas preguntas que apuntan directamente al problema: "La voz de la mayoría se impone siempre. [...] Mas, se preguntará: ¿cómo puede un hombre ser libre y estar al mismo tiempo obligado a someterse a una voluntad que no es la suya? ¿Cómo los opositores son libres y están sometidos a leyes a las cuales no han dado su consentimiento?". Nuestro autor responde que la cuestión está mal planteada, sin embargo no estoy de acuerdo, creo que ha explicado perfectamente el tema que nos ocupa.

Como la verdad es cambiante y está sujeta a constantes verificaciones, la democracia sustenta el criterio de que el adversario puede tener razón y, por tanto, no intenta aniquilarlo sino que lo respeta.
No obstante, ¿qué ocurre cuando no es así?, ¿cuando no respeta los derechos de la minoría? Ya lo dijo el filósofo Tocqueville: "Cuando un hombre o un partido sufre una injusticia [...] ¿a quién queréis que se dirija? ¿A la opinión pública? Es ella la que forma la mayoría. ¿Al poder ejecutivo? Es nombrado por la mayoría y le sirve de instrumento pasivo. ¿A la fuerza pública? Ésta no es otra cosa que la mayoría bajo las armas. ¿Al jurado? El jurado es la mayoría revestida del derecho bajo las armas". Nuestro autor no supo contestar pero explicó la causa: "los derechos individuales en los pueblos democráticos son poco importantes. [...] Esto hace que se los sacrifique sin dificultad y se los viole casi siempre sin remordimiento". ¿Eso significa libertad? No obstante lo peor no es sólo que violen los derechos de la minoría, sino que lo haga el propio Estado sin que sea castigado por ello.
Este problema se incrementa en los países de gran extensión geográfica ya que, al ascender el número de habitantes, hay más opiniones discordantes y, por lo tanto, habrá más opositores de la decisión elegida por sufragio libre del pueblo. Rousseau es de mi misma opinión al escribir en su obra: "Hay en todo cuerpo político un maximum de fuerza del cual no debería pasarse y del que a menudo se aleja a fuerza de extenderse. Mientras más se dilata el lazo social, más se debilita, siendo en general y proporcionalmente más fuerte un pequeño Estado que uno grande".


Parece increíble que un sistema político como el democrático que, en apariencia,
es una de las mejores formas de gobierno por establecerse en la justicia y basarse en los principios más importantes para la condición humana, tenga tantos fallos hasta el punto de llegar a convertirse en dañino para la sociedad. Pero aunque sea poco creíble pensar que la democracia flaquea en otros aspectos, todavía queda uno al que no debemos darle su importancia por el orden ya que, a pesar de explicarlo a esta altura del trabajo, es el más importante y, por lo tanto, el más polémico que trata sobre si la mayoría siempre tiene razón por el mero hecho de ser mayoría, al menos los que votan.
Según e filósofo Marx en su libro "El Manifiesto Comunista", el proletariado, que constituye la mayoría, es el que tiene en su poder la razón. Rousseau, por otra parte, discrepa aludiendo que: "el pueblo siempre quiere el bien pero no siempre lo ve. La voluntad general es siempre recta, pero el juicio que la dirige no es siempre esclarecido. [...] Los particulares conocen el bien que rechazan, el público quiere el bien que no ve". Algo con lo que Tocqueville está de acuerdo.
La estadística da la razón a Marx, pero ésta no es siempre correcta por lo que se produce el siguiente problema: ¿qué ocurre cuando la minoría es la que más se acerca a la verdad y, por consiguiente, al Bien? Esta pregunta es demasiado abstracta por no saber cual es la opinión que nos lleva al deseado Bien o, dicho de otra manera, cada individuo piensa que su opinión es la acertada y que nos llevará por el buen camino, ¿cuál es la cierta? Así, se obedece a la mayoría por no conocer a ciencia cierta el camino a la verdad.

No existen cuestiones que no deban ser decididas por sufragio libre del pueblo, pero cuanto más importante para la sociedad sea dicha cuestión, menos diferencia de votos debe de haber entre la minoría y la mayoría. Ya lo dijo Rousseau: "Cuanto más importantes y graves sean las deliberaciones, más unánimes debe ser la opinión que prevalece".

En conclusión, la democracia puede llegar en ocasiones a ser tiránica, mas es uno de los mejores sistemas políticos existentes por asegurar la igualdad, aunque no la libertad, sin embargo hay pocos sistemas -si es que hay alguno- que garantice ésta última. Y aunque la minoría esté desprotegida y deba sacrificarse, la mayoría es todo lo contrario y, por el hecho de constituirla más individuos, creo que es más favorable ya que no existe un sistema que garantice igualdad y libertad en la misma medida por ser el hombre malo por naturaleza. Tocqueville dijo: "En los tiempos democráticos, [...] los verdaderos amigos de la libertad deben estar dispuestos a impedir que el poder social sacrifique los menores derechos particulares de algunos individuos a la ejecución general de sus designios".

No hay comentarios:

Publicar un comentario